En Gorafe se encuentra uno de los principales hábitats medievales en cuevas de la Comarca de Guadix y, sin duda alguna, el más espectacular. El topónimo, de origen árabe (Al-Gurf, granero), parece derivar de estas cuevas-granero o refugio musulmanes de los Algarbes. En las paredes acantiladas, en cuya base se encuentran las casas construidas, encontramos excavadas un numeroso conjunto de cuevas-refugio fortificadas y provistas de complejos sistemas de defensa que estuvieron ocupadas de forma permanente entre los siglos XIII y XIV. Como otros conjuntos similares de la Hoya de Guadix, presentan una compleja estructura en distintos niveles en las que se alternan cuevas con diversa funcionalidad: viviendas, almacenes, establos y refugios. Los distintos niveles están comunicados por escaleras interiores aunque, en ocasiones, encontramos estancias aisladas a las que se podrá acceder desde el exterior por medio de escaleras excavadas en el terreno o gracias a escalas o cuerdas. El grupo más interesante de estas cuevas está excavado a 30 metros de altura y a él se accede por un caminillo en cornisa tras ascender por una escalera picada en el terreno. Un túnel de acceso en L de 11 metros nos lleva a un palomar de 5,08 m², justo antes de desembocar en la sala principal, una estancia rectangular con 18,25 m² de superficie y con dos nichos excavados en las paredes. En el lado opuesto a la entrada, al fondo de la estancia, existe un túnel excavado de 11 metros que permite acceder hasta un aljibe de 12,45 m² con paredes de tapial de 60 cm y un desagüe de rebose al acantilado. Un largo túnel de mina (23 metros) prolongado por una acequia servía para captar el agua por filtración y alimentar el aljibe. A lo largo de todo el recorrido se disponían pequeñas ventanas abiertas al acantilado para iluminar el interior de los túneles.

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