Su fundación tuvo lugar en 1491, en un solar perteneciente a un caudillo nazarí. El convento y la iglesia se construyeron muy pronto, en torno a 1510-1520, siendo el templo más antiguo de los conservados actualmente en Guadix. La nave y armadura de la iglesia, así como su sencilla portada y la del convento muestran elementos de tradición gótico-mudéjar. Avanzado el siglo XVI y en los siguientes se fue ampliando con capillas laterales y enriqueciendo con altares y retablos, gracias al patrocinio de importantes familias, como testimonian algunas lápidas y escudos existentes en el interior. Tras la Desamortización del siglo XIX la iglesia pasó a cumplir servicios parroquiales y el convento se acondicionó como asilo de ancianos hasta hace pocas décadas. Su modesto exterior, con portada coronada con el escudo franciscano y una sobria torre de ladrillo, contrasta con la riqueza de las armaduras que cubren la amplia nave y la capilla mayor. Ésta última ostenta rica lacería y los escudos franciscanos; la de la nave presenta en el centro una bella cupulita de mocárabes, excepcional en nuestro mudéjar. En las capillas laterales hubo magníficos retablos y altares, y muestran restos de pinturas murales de diferentes épocas. El retablo mayor es moderno, pero siguiendo la tradición barroca. Conserva algunas imágenes que no son sino pálido reflejo del rico tesoro artístico que antaño poseyó.

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