El conjunto minero denominado Minas de Alquife se encuentra ubicado entre los términos municipales de Alquife, Lanteira, Aldeire y Jérez del Marquesado. El Bien, declarado BIC con la categoría de Lugar de Interés Industrial, se compone de dos zonas claramente: la primera zona es el Coto Minero, formado por el conjunto de las minas de Alquife, en cuyas inmediaciones se encuentran diversas instalaciones industriales, cargaderos de mineral, un puente de hierro, dos vías de ferrocarril y el poblado minero de Los Pozos; la segunda zona, ubicada entre los arroyos del Alcázar y el Alhorí, en el término municipal de Jérez del Marquesado, consiste en una central que funcionó como principal medio de abastecimiento de la mina, conocida como la casa de máquinas del salto de agua.

El yacimiento minero de Alquife constituyó el potencial de hierro más importante de Europa. Los vestigios más antiguos de explotación minera se fechan en la zona cercana al Castillo a partir de los siglos X-XI. La extracción del mineral de hierro del cerro de Alquife fue de libre aprovechamiento hasta 1884, cuando el Gobernador Civil de la Provincia concede a Pedro de Castro y Borlaz el registro minero La Oportunidad, que se convertirá en el germen de la nueva minería de Hierro del Marquesado. En 1888 este registro pasa a Manuel de la Puente Apecechea y, seguidamente, a Hubert Meersmans, que promovió en 1895 la creación de la Sociedad de las Minas del Marquesado. Los derechos mineros fueron arrendados dos años después a la francesa Compagnie des Mines d’Alquife, aunque éste sólo duró dos años pues, en octubre de 1899, las dos partes acordaron la rescisión del arrendamiento. Tras esto, las concesiones e instalaciones mineras fueron vendidas a un importante grupo minero y siderúrgico británico de donde surgiría, en febrero de 1900, la compañía The Alquife Mines & Railway Co. Ltd.

Paralelamente, en 1906, la firma británica William Baird, grupo siderúrgico con sede en Glasgow, se hizo con las concesiones mineras de los llanos del Marquesado comenzando a explotar mediante pozos los depósitos de mineral. Esta compañía, renombrada en España como Bairds Mining Co. Ltd., al no poder acceder al ramal ferroviario de The Alquife Mines se vio obligada a tender otro de 15,35 km desde sus concesiones a la Estación de Huéneja, terminado en 1916.

La producción de ambas compañías fue siempre desigual. El yacimiento de Alquife en la zona del cerro y alrededores (The Alquife Mines) permitió un laboreo fácil y económico sin necesidad de desagües, entibaciones o similares, aunque también es cierto que el mineral se encontraba de forma fragmentada e irregular lo que repercutía negativamente en el nivel de producción. Por el contrario, los mejores depósitos se encontraban en los llanos (Bairds Mining), en algunos casos bajo una capa de aluviones de 120 metros de espesor y donde la presencia de la capa freática representaba un grave y costoso problema para su extracción. De hecho, en 1920, se vieron obligados a elevar la estación de bombeo por resultar insuficiente con lo que se abandonaron las labores más profundas. Ante esta situación y dado que los intentos de explotación subterránea habían fracasado se planteaba la necesidad de rebajar el sedimento aluvial para continuar la explotación. Abordar este desmonte resultaba tan costoso que llevó a que en 1929 la Bairds Mining traspasara sus propiedades a la Compañía Andaluza de Minas, S.A. (C.A.M.). Con ella comenzará la edad dorada de la minería de Alquife y con el tiempo llegaría a erigirse como la explotación minera de hierro más importante de Andalucía en cuanto a volumen de producción, gracias a que se sustituyó la extracción subterránea por el laboreo a cielo abierto. El programa de desmonte comenzó en 1931 y tenía por objetivo la excavación de una superficie de más de treinta hectáreas hasta una profundidad de más de cien metros. La crisis del metal de los años treinta, seguida de la guerra civil y después el conflicto mundial afectó a la producción de hierro no sólo de la CAM sino también a la de Alquife Mines, donde cada vez más su producción dependía de la extracción subterránea con el consiguiente aumento de costes. Finalmente, en 1953, Alquife Mines vendería sus concesiones a Agruminsa, una filial de los Altos Hornos de Vizcaya, que la estaría explotando hasta 1973. Entre 1967 y el año de cese de la explotación en 1996, Alquife fue el primer centro productor de mineral de Hierro de España con una mejor calidad de sus productos merced a sus novedosas plantas y equipos de explotación, transporte y tratamiento llegando a alcanzar los cuatro millones de toneladas anuales en los años 80.

Dentro del complejo de las Minas del Marquesado llama la atención, al margen del imponente lago artificial en el que se ha convertido la explotación a cielo abierto, el poblado creado a partir de los años cincuenta por la C.A.M. que, según el censo, en 1962 albergaba ya a 821 obreros. Dentro de la trama urbana, configurada definitivamente en 1963, se pueden distinguir cuatro zonas: una zona industrial y de extracción de la Mina donde se encontraban las instalaciones de cribado, garajes, almacenes, parque de maquinaría y las vías del tren que partían el poblado en dos; una zona central con los edificios administrativos de la Compañía, el aparcamiento, las dos primeras escuelas y algunas viviendas más recientes; una zona al sur y sudeste, en el acceso principal del pueblo donde se encontraban los servicios básicos como la guardería, el economato, la capilla y la nueva escuela; y, por último, la zona norte en la que estaba el campo de deportes, el hospital, la subestación y la enorme escombrera de la corta a cielo abierto, visible desde toda la comarca.

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